sábado, 14 de diciembre de 2013

Rollos de canela




Bienvenidos a "La Mezcla Letal", Sara a los aparatos. Hoy os traigo los Rollos de canela, que están buenísimos y son perfectos para el desayuno. Eso sí, no son para nada dietéticos, pero vale la pena hacerlos de vez en cuando. Espero que os guste.





INGREDIENTES para aprox. 16 rollos

Para la masa del bollo:

600-660g de harina + harina para espolvorear en el banco de la cocina
7g de levadura fresca (ATENCIÓN! la levadura fresca NO es levadura tipo Royal)
240ml de leche
75g de mantequilla sin sal derretida
65g de azúcar
1/2 cucharadita de sal
3 huevos grandes
1 cucharada de esencia de vainilla

Para el relleno:

200g de azúcar moreno
50g de azúcar
35g de harina
2-3 cucharadas de canela
140g de mantequilla sin sal fría cortada en cuadraditos
leche

Para el glaseado:

120g de azúcar glass
4 cucharadas de leche

ELABORACIÓN

Empezaremos activando le levadura fresca. Mucha gente no activa la levadura aparte, sino que lo hacen directamente en la mezcla de la masa. Siempre lo hago de esta manera para que, en el caso de que la levadura esté defectuosa, no se eche a perder toda la masa. Para ello, calentaremos la leche a unos 50 ºC (el líquido debe estar caliente para que la levadura se active, pero no demasiado, porqué sino matará la levadura). Si no se dispone de un termómetro, simplemente introducir el dedo en la leche y notar que está caliente (no ardiendo). Disolver el azúcar en la leche. A continuación, echar la levadura (si la levadura está compacta en un cubo, desmenuzarla en la leche azucarada para ayudar a que se active). Esperar entre 5-10 minutos o hasta que tenga una apariencia como esta:

Levadura activada
Si después de 10 minutos no se ha activado se puede deber a 3 factores: el líquido estaba frío, el líquido estaba demasiado caliente o la levadura estaba en mal estado.
En un bol grande mezclaremos con las varillas 100g de harina, la mantequilla derretida y la leche con el azúcar, la vainilla y la levadura activada. Después incorporar los huevos uno a uno y remover la mezcla durante 15 minutos.

Después de incorporar los huevos
Posteriormente, añadir poco a poco los 500g de harina restante. Cuando la masa esté lo suficientemente densa como para poder seguir con las varillas pero no lo suficiente para poder trabajar con las manos, utilizar una cuchara grande de madera. Cuando ya se pueda trabajar con las manos, enharinar el banco de la cocina (limpio, por favor) y amasar la mezcla durante mínimo 20 minutos. Si la masa sigue estando muy pegajosa, añadir poco a poco más harina.

El bollo amasado
Cuando la masa esté suave y elástica la pondremos en un bol engrasado con aceite de girasol. Dentro del bol darle la vuelta a la masa para que, con el poco aceite que ya hay en el bol, se embadurne por todas partes (así evitaremos que se cree una costra). Tapar el bol con papel transparente y dejar reposar la masa en el lugar más calido de la cocina unas 2 horas o hasta que haya crecido el doble. Por ejemplo, dejarlo dentro del horno o del microondas (¡¡ambos apagados!!).

El antes....

...y el después

Mientras crece la masa pasaremos a preparar el relleno. Incorporaremos en un bol todos los ingredientes (menos la leche) y con unas varillas machacaremos la mezcla, hasta que quede la mantequilla en trocitos muy pequeños.

Todos los ingredientes en el bol

El relleno
Cuando la masa haya crecido lo suficiente, extenderla en una superficie enharinada y con la ayuda de un rodillo hacer un cuadrado de unos 45 cm de diámetro.

Un cuadrado, más o menos...
Dejando unos 2cm de borde, verter la mezcla del relleno por encima de la masa.

Antes de enrollar
Mojar uno de los bordes sin la mezclar con leche y empezar a enrollar la masa por el borde opuesto al que habíamos mojado. No apretar demasiado a la hora de enrollarla, ya que se saldrá el relleno por los lados. Cuando ya esté enrollado, apretar el borde mojado con leche para que se pegue al rollo. Ahora cortaremos el rollo. Para que salgan lo más uniforme posible, cortaremos primero el rollo por la mitad. Luego cada mitad por la mitad y así sucesivamente. A nosotras nos salieron 16 rollos. A continuación, colocar los rollos en una o dos bandejas de horno engrasadas con mantequilla, cubrirlas con papel transparente y dejarlos reposar por 30 minutos.

¡A reposar!
Precalentar el horno a 180ºC. Quitar el papel transparente de las bandejas de horno y, con la ayuda de un pincel, mojarlas un poco por encima con leche. A continuación, hornear los rollos unos 25-30 minutos (para saber que ya están cocinadas, introducir un palillo en el centro del rollo y que salga limpio). Si se doran muy rápido y parece que se vayan a quemar, tapar los rollos con papel de horno los últimos 5-10 minutos.

Los rollos ya están hechos
Dejar reposar los rollos unos 5-10 minutos para que se enfríen y poder echarles el glaseado. Para hacer el glaseado mezclar el azúcar glass con la leche. Con la ayuda de una cuchara, hacer rallas de glaseado por encima de los rollos. Si se han hecho demasiado en el horno y han quedado muy secos, volver a mojarlos, con la ayuda de un pincel, con leche.

¡Que bien huele!
 Conforme pasa el tiempo se irán secando, lo que hará que los rollos no estén igual de esponjosos que el primer día. Si los calentamos al microondas por 1 minuto, se reblandecerán un poco.

¡Que aproveche!

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